2010, un año de Victoria en la IEA
Estamos iniciando un nuevo año. La mayoría de las personas lo comienzan tomando algunas resoluciones o prometiéndose que cumplirán ciertas cosas. Generalmente, prometemos que en el nuevo año las cosas van a ser mejor que lo que lo hicimos en el año pasado. Veamos algunas de las más comunes:
Voy a mirar menos televisión y a hacer más ejercicios.
Voy a ser más amable con los otros niños incluso con mis hermanos.
Voy a guardar en su lugar todas las cosas después de usarlas.
Voy a hacer dieta este año.
Y la lista sería interminable. Algunos no toman estas resoluciones muy en serio. Piensan que no Hay “castigo” si no las cumplen. Pero, una promesa es una promesa y es muy importante cumplirla así te la hagas tu mismo.
Un nuevo año es siempre una esperanza de nuevos proyectos, deseos y sueños. Muchas cosas pueden pasar. ¿Qué escribiremos en las páginas en de este nuevo año? Lo decidirá la manera en que vivamos cada día. Tratemos de no contaminarnos con el egoísmo y el orgullo; sino que, como buenos discípulos de Jesús, busquemos la fidelidad, la diligencia, la sinceridad y la honestidad.
Notemos que pensamiento interesante: “Otro año abre sus páginas blancas ante nosotros. El curso de nuestras acciones determinará lo que escribirá. Nosotros podemos hacer la vida futura buena o mala y eso determinará si el año por delante será un buen año de victoria!
Recordemos que así como Dios es fiel en cumplir sus promesas, también nosotros debemos ser fieles en cumplir las nuestras.
¿Qué haremos con este nuevo año que Dios nos está dando? Entreguemos nuestros caminos al Señor y hagamos de este año el más provechoso de nuestra vida.
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